Muchos clubes se sumaron a la tendencia de contratar figuras extranjeras, aunque la mayoría de ellas les dio escasos resultados. Uno de los mejores equipos resultó ser Argentinos, pese a su modesto presupuesto y a ser el único que no compró extranjeros. 1960 fue, además, el año en el que Independiente volvía a dar una vuelta olímpica, jugando de local en Racing por la remodelación del estadio. Habían llegado los uruguayos Vladas Dousksas, Alcides Silveira, Tomás Rolan, Leiva y Méndez (los dos últimos jugaron un solo partido), el arquero Toriani y Jorge Vázquez.
El equipo siempre se mantuvo en los primeros puestos. Formaba con: Toriani; Navarro y Rolan; Acevedo, Maldonado y Silveira; Vázquez, Douksas, Walter Jiménez, D'Ascenzo y Ricardo Giménez. El título cerraba una etapa recordada por una delantera espectacular pero sin festejos. Éste era el cuarto título profesional. Se venía una etapa en la que los festejos serían una costumbre de Independiente.
Sexto en 1961 y cuarto en 1962, Independiente seguía creciendo en el plano institucional. Sobrepasaba los 45.000 socios y contaba con un estadio recientemente remodelado. Aparecían jóvenes valores de las inferiores como Miguel Ángel Santoro, Osvaldo Mura, Raúl Bernao, Marcos Conigliaro y Néstor Rambert. Otros, como Rubén Marino Navarro y Roberto Ferreiro ratifican sus condiciones. Y para la temporada '63 llegan desde Chacarita Mario Rodríguez y Raúl Savoy. En la última parte del campeonato se incorporó el técnico Manuel Giúdice, quien conduciría al equipo a los logros importantes que se venían.
Llegó a la última fecha puntero y con dos puntos de ventaja sobre River. El título se consiguió de la manera menos esperada, con un final desagradable. Independiente venció 9 a 1 a San Lorenzo en eun partido irregular. Los jugadores del rival, molestos por el arbitraje, empezaron a aplaudir los goles de Independiente sin poner, prácticamente, oposición a cada avance. Con la base de ese equipo, más las incorporaciones de Santoro y Juan Carlos Guzmán, llevaron al Rojo al segundo puesto en 1964. Fue el momento de una racha invicta de 37 partidos, que incluyó un 5 a 1 al Santos de Pelé.
En 1964 se funda una mística copera grabada a fuego en la historia de Independiente y del fútbol argentino: la de los brazos en alto. Arrancó la campaña con un 4 a 0 sobre Alianza Lima. En ese grupo dejó de lado también a Millonarios de Bogotá. Pero el plato fuerte apareció en las semifinales, cuando derrotaron dos veces al Santos, aunque sin Pelé. En el partido de ida en el Maracaná el Rojo ganó 3 a 2 después de estar dos goles abajo. El desquite fue 2 a 1.
En la primera final, disputada en Montevideo, Independiente sacó un empate sin goles ante Nacional, con una gran actuación de Santoro. La revancha en Avellaneda fue con un triunfo (1 a 0), con gol de Mario Rodríguez. ¡Independiente campeón invicto! ¡El primer equipo argentino que levanta la Copa!. Con esta conquista, accedió al derecho de disputar la Copa Intercontinental ante el Inter de Milán. Fueron tres partidos, contando el desempate en Madrid. En el Santiago Bernabeu se tuvo que llegar a los 30 minutos adicionales para que Mario Corso desnivelara el resultado a favor del conjunto milanés.
1965 fue un año similar. Con festejo continental y una nueva frustración ante el mismo Inter. En la Libertadores, Independiente se sumaba directamente en las semifinales en su condición de último ganador. Aparecieron Ricardo Pavón, Roque Avallay y se afirmó Vicentito De la Mata. Independiente necesitó tres encuentros para superar a Boca -lo hizo por diferencia de gol- y otros tres para doblegar a Peñarol en las finales, 1 a 0 en Avellaneda y derrota por 3 a 1 en el Centenario. Bernao, Avallay, Mura y Pérez anotaron para el 4 a 1 en el desempate jugado en Santiago de Chile. Al igual que el año anterior, este logro significó el pasaporte para luchar por la Intercontinental. Y fue otra vez el Inter quien venció a Independiente 3 a 0 en Milán y apeló al catenaccio para aguantar el 0 a 0 en Avellaneda.
En el plano local, Independiente terminó duodécimo en 1965, a 19 puntos de Boca. Un año después fue sexto, mientras que en la Copa.
PRIMERA PARTE
Para empezar los '70, Independiente apeló a uno de sus amuletos infalibles: Don Manuel Giúdice. Cada vez que el técnico tomaba contacto con el Club, llegaba una nueva conquista. Y 1970 no fue la excepción. El Rojo terminó el certamen puntero junto a River con la misma diferencia de gol. El título llegó gracias a los 43 goles acumulados, uno más que los Millonarios. En la última fecha Independiente enfrentó a Racing y debía ganar por lo menos 3 a 2. Ese fue el resultado, gracias a un gol a diez minutos del final de Yasalde. Pese al éxito, Giúdice renunció y en el Nacional, Independiente terminó cuarto en su zona. Esa temporada se fueron Bernao, Yasalde y Tarabini.
La gloria seguiría en 1971, otra vez en el Metropolitano, de la mano de Vladislao Cap, el nuevo técnico. También arribaron el “Zurdo” López, “Pancho” Sá y el “Mencho” Balbuena. En la última fecha Independiente estaba un punto detrás de Vélez, quien recibía a Huracán. Independiente esperaba a Gimnasia de La Plata. El Globo dio la sorpresa y ganó 2 a 1. La Doble Visera no tenía un gran marco, pero a medida que iba pasando los minutos se fue llenando. Con goles de Maglioni y Pastoriza, Independiente ganó 2 a 0 y se consagró campeón. El Nacional del '71 se terminó para Independiente en las semifinales, tras quedar eliminado por San Lorenzo. A partir de entonces, el equipo comenzó a priorizar los torneos internacionales.
Los cuatro años que arrancaron en 1972 y concluyeron en 1975 fueron los más gloriosos en la historia de Independiente. Y también del fútbol argentino en lo que a clubes se refiere. Fue una etapa de fútbol brillante y acumulación de títulos internacionales. Se conquistaron cuatro Libertadores consecutivas. Se alcanzó por primera vez la Copa Intercontinental, y se llegó a ganar la Copa Interamericana en tres oportunidades. Claro que esta impresionante trayectoria continental hizo que se resintiera el frente local. Los Metropolitanos vieron al Rojo lejos de sus performances internacionales. Undécimo en 1972, cuarto en el '73, fue quinto en su zona en el '74 y en 1975 se tuvo que conformar con el decimotercer lugar. En los Nacionales terminó séptimo en 1972, octavo al año siguiente, quinto en la ronda final del '74 y tercero en su zona en 1975.
En 1972 logró su segunda libertadores de la mano de Pedro Dellacha, quien como técnico logró consolidar una defensa espectacular, con un medio trabajador y una línea delantera de gran oportunismo. En la etapa eliminatoria dejó atrás a Central, Independiente Santa Fe de Bogotá y Atlético Medellín. La ronda semifinal vio la única derrota del Rojo, ante el San Pablo, pero de todos modos alcanzó la última definición, eliminando también a Barcelona de Guayaquil. El rival en la final fue Universitario de Deportes de Lima, equipo conformado por la base de la selección peruana que brillara en el mundial de México 1970.
Al primer choque, en Lima, el partido finalizó sin goles. Las emociones aparecieron en Avellaneda. Fue un 2 a 1 con dos tantos de Maglioni. El descuento fue de Percy Rojas, jugador que en 1975 se incorporó a Independiente. Esa noche del 24 de mayo, el Rojo formó con Santoro; Sá y Pavón; Comiso, Raimondo y Garisto; Balbuena, Pastoriza, Maglioni, Semenewicz y Saggioratto. Por tercera vez se presentaba la oportunidad de la Copa Intercontinental. El rival fue el Ajax. 1 a 1 en Avellaneda -goles de Cruyff y “Pancho” Sá-. En el estadio Olímpico de Ámsterdam, el 3 a 0 del Ajax fue incontestable.
Independiente volvió a iniciar su trayectoria en la Libertadores a partir de las semifinales. Superó a San Lorenzo y a Millonarios de Bogotá. Colo Colo de Chile llegó a la final para enfrentar al Rojo. En el primer partido, en Avellaneda, empataron 1 a 1. El desquite en Santiago terminó sin goles, por lo que otra vez fue necesario un tercer choque, en Montevideo. Independiente se impuso por 2 a 1 con goles de Mendoza y Giachello. Ese día Ricardo Bochini debutó en la Copa al reemplazar a Maglioni.
Se había creado la Copa Interamericana. Independiente la disputó ante Olimpia de Honduras. Se jugaron los dos partidos en el país centroamericano y el Rojo se impuso 2 a 1 en el primero y 2 a 0 en la revancha.
El Ajax se negó a disputar la Copa Intercontinental y el compromiso fue tomado por la Juventus, el subcampeón europeo. El equipo italiano puso como condición que se juegue un partido único en un estadio de Europa. La buena voluntad de los directivos de Independiente allanó el camino. Finalmente se jugó en el Olímpico de Roma. Fue gracias a un golazo de Bochino a 10 minutos del final: una apilada que nació en los pies de Raimondo, contó
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Aquel Independiente que consiguió el título del '83 fue un gran equipo, que venía de dos subcampeonatos y culminó si ciclo al año siguiente con la obtención de la Copa Libertadores y de la Intercontinental. Jugadores de la calidad de Bochini, Marangoni, Burruchaga, Trossero, Villaverde, Giusti, vistieron la casaca roja por esos años.
En el comienzo del certamen local, Independiente alternaba buenas y malas. En la última fecha de la primera ronda el Rojo se quedó con el clásico de Avellaneda, jugado en cancha de Huracán, por 2 a 1. En la fecha 27° se produjo la última derrota del equipo, fue 2 a 0 frente a San Lorenzo en Avellaneda. La última jornada sería histórica: frente a Racing de local, con posibilidad de dar la vuelta olímpica para unos y de irse al descenso para otros. Ganó el Rojo 2 a 0, con goles de Giusti y Trossero; se consagró campeón y condenó al rival de siempre al descenso. Ese día, Independiente formó con Moriconi; Zimmerman, Villaverde, Trossero y Clausen; Giusti, Marangoni, Bochini y Burruchaga; Enrique Sánchez y Percudani.
La Libertadores comenzó el 29 de febrero de 1984. Independiente pasó sin problemas su grupo, formado por Estudiantes y los paraguayos Sportivo Luqueño y Olimpia. La serie semifinal era en zonas de tres y los rivales fueron Nacional de Montevideo y Universidad Católica de Chile. La fórmula resultó perfecta: empates como visitante y triunfos como local.
En la final ante el Gremio, Independiente jugó el famoso “partido perfecto” en Porto Alegre. El Rojo ganó 1 a 0. Los brasileros no podían reaccionar ante el toque de los visitantes, que presionaron los 90 minutos. Levantaron el murmullo en todo el estadio y recibieron quince minutos de aplausos. La revancha en Avellaneda finalizó sin goles. Independiente ganaba la Libertadores por séptima vez en su historia.
El 9 de diciembre, ante 62.000 personas, se jugó la final intercontinental en Tokio ante el Liverpool. Independiente abrió rápidamente la cuenta con un gol de Percudani. Fue el único gol del partido. Los ingleses buscaron por todos los medios pero no llegaron al empate. Los once del Rojo fueron: Goyén; Clausen, Villaverde, Trossero y Enrique; Burruchaga, Giusti, Marangoni y Bochini; Percudani y Barberón.
El lunes 4 de enero de 1988, al mismo tiempo que Percudani se iba a jugar a Europa, Jorge Solari se hacía cargo de la dirección técnica. El equipo base de aquel campeón de 1988/89 tenía a Sergio Vargas y al uruguayo Eduardo Perira en el arco; Clausen, Monzón, Rogelio Delgado y Ríos en el fondo; Rubén Darío Insúa y Bochini los dueños de la mitad de la cancha; y los delanteros recién adquiridos Marcelo Reggiardo y Carlos Alfaro Moreno.
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En el Clausura '94, es necesario empezar por el final... o por la final. Por primera vez en el profesionalismo, los dos únicos equipos con chances de ganar el título se encontraron en la última fecha. Huracán , el puntero, con 25 unidades, e Independiente, el escolta a un punto.
Un marco impresionante de gente dejó en las boleterías de la Doble Visera más de setecientos mil dólares y vivió una fiesta roja excluyente. El mejor partido jugado en todo el campeonato por el equipo de Miguel Brindisi se vio reflejado en el 4 a 0 final. Independiente bajaba de esta manera al “Globo” de la punta y se consagraba como nuevo campeón de AFA. Ese 28 de agosto, los goles los anotaron Rambert, Garnero, Couceiro e/c y Gareca. Ese equipo tenía varias figuras: Islas, Rotchen, Perico Pérez, Gustavo López y Usuriaga, entre otros.
Brindisi llegó en reemplazo de Pedro Marchetta, técnico con el que el Rojo había logrado un subcampeonato en 1993. Enseguida se ganó el cariño de la gente, por el gran nivel de juego y por los buenos resultados. Apenas logrado el Clausura, todas las fichas en la última parte del año se pusieron en la Supercopa, el único título internacional que el Rey de Copas no había logrado hasta ese momento.
La contundencia también se hizo presente en ese certamen. Independiente dejó atrás en los octavos de final al Santos despachándose con un 4 a 0 en la revancha jugada en Avellaneda después de perder por la mínima en Brasil. En los cuartos se enfrentó con el Gremio. Se trajo un valioso empate de Porto Alegre y a la vuelta ganó 2 a 0. En la semi otro brasilero: el Cruceiro. Al igual que frente al Santos, el Rojo cayó 1 a 0 en Brasil y goleó 4 a 0 en la Doble Visera. La final era nada menos que ante Boca, como cinco años atrás cuando los Xeneizez se impusieron por penales. Esta vez, la alegría fue para Independiente. Después del 1 a 1 en la Bombonera, llegó el gol de Rambert en la revancha que puso el 1 a 0 final y le dio el trofeo al equipo de Brindisi.
La Copa Libertadores de 1995 no trajo buenas noticias. Independiente quedó eliminado rápidamente. La Recopa Sudamericana era el nuevo objetivo. El partido se jugó el 9 de abril en Japón ante Vélez. Con gol de José Serrizuela en la segunda etapa, el Rey de Copas conseguía otro lauro.
Varios cambios se sucedieron en la segunda parte de ese año, entre los que se destacan el cambio de entrenador y de varios jugadores. El Zurdo López se hizo cargo del equipo y llegaron Mondragón, Domizi, Acuña, Dorta y Alvez, entre otros. El equipo no lucía, pero con mucho esfuerzo y amor propio conquistó nuevamente la Supercopa al vencer en la final al Flamengo. Fue 2 a 0 en Avellaneda y derrota 1 a 0 en el Maracaná ante 120.000 brasileros. El Rojo se deba el gusto de dar la vuelta olímpica en ese mítico estadio.
El 20 de agosto de 1996, César Luis Menotti asumió como nuevo entrenador. Su ciclo duró hasta el 23 de agosto de 1999 -con un lapso muy breve a mediados del 1997-, cuando se fue a dirigir a Italia. Tuvo momentos brillantes y otros no tanto. Finalizó segundo en el Apertura '96 y se dio el gusto de ganarle al Boca de Bilardo en la Bombonera. En la primera ida del Flaco llegó para sustituirlo Ricardo Gareca. Con el Tigre, Independiente perdió una gran posibilidad de entrar en la Copa Libertadores de 1998 cuando perdió un desempate frente a Lanús. Después de ese traspié, Menotti se volvió a hacer cargo del primer equipo, pero no tuvo el mismo éxito que en su primera etapa y los malos resultados lo obligaron a dar un paso al costado. Enzo Trossero lo reemplazó en las primeras fechas del torneo Apertura '99. |
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El nuevo siglo se presenta hasta el momento con más tristezas que alegrías. En el comienzo, y de la mano de Enzo Trossero, se formó un equipo competitivo que finalizó segundo detrás de River. Daniel y Ariel Montenegro, Bruno Marioni, Faryd Mondragón, Estaban Cambiasso y Gabriel Milito, eran las principales figuras de ese Independiente. Trossero recibió una tentadora oferta para dirigir al seleccionado suizo y se marchó una vez finalizado el Clausura.
Osvaldo Piazza llegó al Rojo después de lograr un título con Vélez y de hacer una brillante campaña con Colón. En Avellaneda no tuvo la misma suerte. Dirigió al equipo en el Apertura 2000 y en el Clausura 2001. No consiguió convencer a los hinchas, en lo futbolistico y mucho menos en los resultados. Sólo se destacan la goleada 3 a 0 frente a Boca en Avellaneda y el triunfo 2 a 0 en el clásico ante Racing en el Cilindro en diciembre de 2000. Independiente merodeo siempre los últimos puestos en las posiciones.
A mediados de 2001 regresó Trossero tras su fugaz paso por Suiza. A Enzo le tocó volver nada menos en el torneo Apertura de ese año, que finalmente vería como triunfador a Racing, después de 35 años. Ariel Rocha, Hernán Franco, Pablo Guiñazú, Andrés Silvera, Livio Prieto, Diego Forlán y Matías Vuoso, eran algunos de los integrantes del equipo en ese campeonato. Trossero no siguió y Néstor Clausen, que estaba a cargo de las Divisiones Juveniles, agarró el equipo los primeros seis meses de 2002.
Con muy poca cantidad de jugadores, sólo se incorporaron Federico Insúa y Pablo Cuba, y muchos chicos de las inferiores, el Negro Clausen no pudo conseguir buenos resultados, aunque se le volvió a ganar a Racing, y se fue antes de finalizar el torneo. Américo Gallego se hizo cargo del equipo en las ultimas siete fechas. Logró cinco empates y dos derrotas. La cosa parecía no levantar nunca.
Para la segunda parte del año, el club incorporó a Daniel Montenegro, Federico Domínguez, Lucas Pusineri, Leonardo Díaz, Juan José Serrizuela y Diego Castagno Suárez. Ellos, sumados a Insúa, Guiñazú, Milito, Silvera y Franco, lograron el título después de ocho años y con una gran contundencia. Goleadas inolvidables como ante Racing (4 a 1), Colón (7 a 1), Chacarita (6 a 2) y Talleres (4 a 1), le fueron dando al equipo un nivel extraordinario, y la gente agradecida. A pesar de eso tuvo que sufrir hasta el final.
Faltando cinco fechas, el Rojo le llevaba ocho puntos a River y Boca, pero se fue quedando y llegó al partido 18 frente a los Xeneizes con sólo tres puntos de diferencia sobre ellos. La historia es más que conocida: Al conjunto del Tolo se le escapaba el título hasta que a dos minutos del final Pusineri logró el empate de cabeza para mantener la diferencia e ir más tranquilo al Nuevo Gasómetro. El 1° de diciembre los hinchas de coparon el estadio de San Lorenzo para ver una nueva consagración. Otra goleada (3 a 0) le dio a Independiente el merecido campeonato, con un equipo que fue considerado uno de los mejores de la Argentina en los últimos años. No sólo había felicidad por el logro, sino también porque se estaba volviendo a la Copa Libertadores después de nueve años.
Luego no pudieron repetirse los éxitos deportivos. En 2005 se produjo la explosión en Primera de Sergio Agüero, el mejor jugador que el fútbol argentino dio en este nuevo siglo. Junto con él, surgió Oscar Ustari, un gran arquero que fue muy querido por toda la gente. Durante el segundo semestre de ese año y el primero de 2006, el Rojo estuvo cerca de clasificar a la Copa Sudamericana y obtuvo un cuarto puesto, de la mano de Julio César Falcioni. Son recordados por todos los golazos del Kun a Racing.
Agüero pasa al Atlético de Madrid en una cifra récord. Gracias a eso, comienza a cumplirse el sueño del nuevo estadio Libertadores de América. Mientras tanto, pasan por el banco de suplentes Pepé Santoro, Jorge Burruchaga, Pedro Troglio (con quien se realiza un gran campeonato que tiene a Independiente como líder en las primeras 14 fechas y luego se cae) y Claudio Borghi. Y jugadores de la talla de Germán Denis y Daniel Montenegro. Pero los títulos se vuelven a hacer desear.
A mediados de 2009 retorna al club Américo Rubén Gallego, el último DT campeón. Si bien el inició no fue el mejor, armó un gran equipo para el Clausura 09 donde se ganaron los cuatro clásicos y de visitante. Independiente finalizó tercero (cuarto por diferencia de gol) y dejó abierta una gran esperanza para el 2010.. |
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